
El Teatro Centenario de La Serena ha logrado una victoria judicial, tras el rechazo por parte de la Corte de Apelaciones de un recurso de protección interpuesto por su arrendador, Inversiones Alta Cruz SpA. Sin embargo, el conflicto persiste, ya que el arrendador adelantó un posible proyecto «Nuevo Centenario», prometiendo nuevas propuestas para la comunidad.
El viernes 25, Sebastián Bravo, representante del Teatro Centenario, informó que la Corte de Apelaciones de La Serena desestimó el recurso de protección presentado por Inversiones Alta Cruz SpA, dirigida por Luis Retamal. Esta acción legal buscaba evitar que la imagen y honra de Retamal se vieran afectadas por la situación del teatro. No obstante, el tribunal falló a favor de Bravo, desestimando las reclamaciones.
A pesar de este revés judicial, Alta Cruz SpA se mantiene atenta al avance del caso y anunció que apelará la decisión. Es importante destacar que este recurso no guarda relación con la querella por el impago de arriendo o el incumplimiento de contrato, sino que se centra exclusivamente en los daños a la honra e imagen.
Retamal, por su parte, aseguró que todo sigue su curso según lo previsto y anunció un posible «Nuevo Centenario». «Vamos a tener muy buenas noticias para la comunidad», afirmó. Aseguró que su nuevo proyecto será «mucho mejor que el actual».
La versión del Teatro
Para Sebastián Bravo, el fallo de la Corte de Apelaciones es un respaldo a su derecho a defender públicamente la trayectoria del Teatro Centenario. En un comunicado emitido el mismo día, Bravo señaló que el recurso de protección había sido presentado para intentar frenar la aclaración pública de hechos respaldados por evidencia objetiva. Según Bravo, el fallo reafirma que la acción legal presentada por Retamal tenía como objetivo evitar la legítima defensa del proyecto cultural del teatro.
Este fallo favorable refuerza la posición del teatro, al demostrar que el litigio no buscaba otra cosa que frenar su defensa pública. Sin embargo, este avance judicial no atenúa la querella interpuesta contra Luis Retamal, ya que el arrendador habría garantizado que el inmueble estaba en condiciones legales y materiales adecuadas, cuando, según Bravo, esto no era cierto. Esta situación ha perjudicado al teatro, que destinó recursos a la reparación y remodelación del espacio confiando en la veracidad de las afirmaciones de Retamal.
Bravo también resaltó la incertidumbre que enfrenta el teatro debido a la falta de certeza jurídica, lo que dificulta la firma de nuevas alianzas y la diversificación de la cartelera. «Miles de usuarios se ven afectados, y no solo ellos. También cientos de artistas y personal detrás de cada show», aseguró. «Desde los proveedores de alimentos, técnicos, seguridad, hasta el personal de aseo, todos forman parte de una cadena de valor que mueve a miles de personas en la zona».
En este sentido, Bravo destacó que el teatro no solo ofrece entretenimiento, sino que también beneficia a otros sectores económicos. «Por ejemplo, con el show de The Exploited, viajaron personas de Santiago, Antofagasta y Vicuña. El sector del transporte y los hoteles se ven favorecidos por el aumento de tráfico en el centro», argumentó.
Desde su instalación, el Teatro Centenario ha brindado una mayor variedad de espectáculos a la comunidad, además de ofrecer su espacio gratuitamente a diversas agrupaciones culturales para ensayos públicos. Según Bravo, la motivación principal nunca fue la ganancia económica, sino desarrollar un proyecto cultural para la ciudad. «Para mí, en lo personal, el objetivo nunca fue económico, sino ofrecer un espacio cultural para la comunidad», concluyó.