El partido está legalizado hace muy poco en la región, y solo en algunas comunas, pero, sin embargo, han levantado una lista de concejales y consejeros regionales.
Acción Humanista hoy es un partido pequeño, formado hace muy poco. En la región, en comunas como La Serena, Coquimbo, «e Illapel y Ovalle con alguna gente», pero como reconoce el diputado y presidente nacional, Tomás Hirsch, «tenemos que desarrollarnos en sectores más pequeños y que son relevantes para nosotros. Entonces lo que viene a continuación de este proceso electoral (elecciones en octubre), será ampliar el desarrollo partidario a otras comunas de la región…».
Su visita se enmarca precisamente en ese proceso, y como Acción Humanista han levantado una lista de candidatos a concejales y cores, pues el partido está legalizado hace poco tiempo.
Antes era Partido Humanista. ¿Por qué el cambio? «Sentimos en un momento que el partido había perdido ese espíritu original y el foco en temas que para nosotros son prioritarios (la ubicación de ser humano como valor central, derechos de sectores que han sido discriminados, como las mujeres, regiones, diversidad sexual…), así que el cambio lo hicimos para continuar con el desarrollo del proyecto del humanismo, del cual somos fundadores».
Entonces renunciaron él y varios otros, «pero con la intención de continuar en el proyecto del humanismo, y no como ha pasado en otros casos, con gente que se sale de un partido para formar algo completamente distinto o que incluso se van a otro sector político, como pasó con Amarillos y Demócratas, que tienen una tendencia más a la derecha que la Democracia Cristiana. Nuestro caso es continuar y profundizar el proyecto del humanismo y lo hemos hecho».
Dificultades
Como Acción Humanista, son parte del actual gobierno e involucrados en este proceso con algunos cargos, «aunque pocos», dice. Pero más allá de los puestos, enfatiza que lo primario «es aportar a un proceso de profundización de la democracia y de las transformaciones estructurales que forman parte del programa de Gobierno».
Reconoce que en este periodo «es más difícil ser oficialista que oposición» y que, además, son un oficialismo que tiene minoría en ambas cámaras, lo que muchas veces -dice- no es percibido y comprendido por la mayoría de las personas.
«Se nos hacen exigencias que en la práctica son muy complejas de cumplir porque, aunque forman parte del programa y está la intención de avanzar, no se logra porque justamente no tenemos los votos en el Congreso, y lo resalto, ¡no tenemos los votos! Así, la reforma al sistema de pensiones, lo que fue el intento de la reforma tributaria y los cambios que queremos hacer en materia de salud y educación, son reformas que se ven bloqueadas por sectores que no quieren cambiar el sistema».
Precisa que de acá al término del Gobierno, seguirán enfrentando dificultades, «pese a que ha existido la mejor disposición al diálogo, sin embargo, he visto una derecha muy cerrada y focalizada en mantener el sistema actual de las AFP y a lo más ofreciendo reformas que van a mejorar las pensiones en 40 años más…».
Si bien valora el intento que se está haciendo en el Senado, «no lo veo fácil, porque tampoco se trata de aceptar cualquier reforma o ley, por cuanto si es una reforma que no incluye mejoras actuales para las mujeres y una mejor distribución de las pensiones, la verdad es que no tiene sentido avanzar en eso».