Agrupados en AJUNJI, sacaron la voz a nivel nacional por lo ocurrido con la parvularia Constanza Villalobos (32), quien se quitó la vida luego de sufrir maltratos mientras ejercía sus labores, cuestión que denunció pero no recibió el debido apoyo.
Miembros de la Asociación de Funcionarios de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (AJUNJI) de la región de Coquimbo marcharon este viernes por las calles de La Serena en señal de apoyo al paro nacional convocado por el directorio nacional del gremio.
La movilización busca evidenciar la falta de activación de protocolos y demás problemáticas laborales que habrían provocado el fallecimiento de la joven parvularia.
Protocolos que no se ejecutaron
El caso de Constanza no ha pasado desapercibido para sus colegas. Desde la región de Los Lagos iniciaron una movilización el 15 de octubre para visibilizar lo sucedido, lo que llevó a que este miércoles el directorio nacional de AJUNJI llamara a paro nacional de 48 horas, bajo la premisa de que no se habrían llevado a cabo los protocolos correspondientes tras la denuncia de la trabajadora. «Perdimos a una de las nuestras porque pese a denunciar ser víctima, no se cumplieron los protocolos de la Ley Karin».
La situación de Constanza sería muestra de los problemas de gestión en la región de Los Lagos, los que según el comunicado incluyen falta de presupuesto, malos ambientes laborales, abandono de jardines y extensión de horarios.
Apoyo en La Serena
Luego del llamado a paralización nacional por 48 horas, la región de Coquimbo no demoró en sumarse. Fabiola Sepúlveda, presidenta regional de Ajunji, afirma que el jueves comenzaron la paralización en apoyo a lo sucedido en Osorno, en primera instancia protestando a brazos caídos. «Aye empezamos de brazos caídos, con atención igual, con turnos éticos en nuestro establecimiento, sin dejar de atender a nuestros niños y niñas».
Del mismo modo, la presidenta del gremio regional hace hincapié en la situación de maltrato y la nula respuesta ante la denuncia. «Recibió muchos maltratos de sus propias compañeras, ella hizo la denuncia y nadie la escuchó, la institución hizo oídos sordos, y eso no puede seguir pasando. Imagínese a dos meses de activarse la ley Karin y que pase esto. (…) Es lamentable, una persona de 32 años se quitó la vida dejando dos hijos pequeños, imagínese el dolor de la mamá».
Al consultar sobre la situación local, la presidenta regional de Ajunji comenta que las denuncias que han llegado se han tratado como corresponde. «Acá tenemos denuncias, pero por lo menos se han tratado a tiempo, pero por la Ley Karin aún no ha entrado ninguna».
