Incertidumbre es el sentimiento que embarga a los 285 trabajadores eventuales del puerto de Coquimbo, quienes quedaron sin su fuente laboral al cierre de las instalaciones portuarias locales, por el terremoto y tsunami del 16S.
Nelson Santander, presidente de Sindicato de Estibadores que pertenece a la Coordinadora de Trabajadores Marítimo Portuarios Eventuales y Discontinuos de Coquimbo, junto al de Movilizadores, de Empleados de Bahía, de Trabajadores Marítimos y el de Especialidades Portuarias, manifestó que el desastre natural ha golpeado fuertemente al gremio.
«Estamos muy preocupados, porque sin ser conocedores en materia de ingeniería, vemos que hay un severo daño en las instalaciones. Aparte de esa situación material, viene un grave daño a nuestra gente que quedó sin posibilidad de trabajar».
La preocupación en el sector es importante ya que aún falta por conocerse los resultados de los estudios de medición, sondaje y de revisión submarina, en el puerto. Estos estudios fueron encargados a expertos por la concesionaria Terminal Puerto Coquimbo, TPC.
En caso que sea necesario reparaciones, Santander mostró aprensión por los plazos que demandarían esas faenas. «Repito que esperamos que no ocurra nada, porque nuestra gente ya no sabe qué hacer. Ojalá que no sea necesario esperar, por decir, cuatro meses para que concluyan la reparaciones. No queremos ser alarmistas, porque si todo sale bien ojalá que volvamos a retomar funciones normales entre 30 a 45 días más, pero si no es así no sé hasta cuándo podemos resistir»