Pocos minutos alcanzó a sentir el peso de los diez millones de pesos que contenía el maletín robado desde el interior de un auto, el delincuente que habría estado siguiendo los movimientos del dueño de ese dinero destinado a cancelar sueldos. Apenas alcanzó a correr unos metros cuando un empleado de comercio y otra persona que se percataron de las maniobras del sujeto lo siguieron logrando que tropezara y dejara caer el bolso, a la vez que rápidamente siguió su huida sin poder dar con él.
El hecho delictual ocurrió ayer pasadas las 14 horas en calle Los Carrera, luego que el dueño del maletín se bajara por breves momentos a comprar una colación.
El delincuente, un tipo joven vestido de gorro y ropa negra, quebró el vidrio de la puerta delantera derecha del Austin Mini moderno, en cuyo interior había quedado ese bolso con dinero.
Pero no contaba que providencialmente fue visto por empleado de comercio de la galería ubicada a media cuadra, quien sin pensarlo dos veces salió corriendo y gritando tras el delincuente.
En el camino encontró apoyo de otra persona que le hizo una zancadilla al sujeto que huía desesperado.
Es el caso que trastabilló dejando caer el bolso, para luego continuar huyendo.
Luego, sin saber aún qué contenía ese maletín de color café, lo llevó de vuelta al dueño que, al igual que otras personas de la cuadra, habían salido a mirar qué pasaba con tantos gritos y alboroto.
El dinero lo había retirado de la sucursal del Banco Santander ubicado frente a la Plaza de Armas.
El empleado que hizo frente al delincuente no quiso dar su nombre pues, dijo, él hizo lo que correspondía… Sin embargo, igual el dueño del dinero lo recompensó con 200 mil pesos.
El empresario relató que se había estacionado «y fui a comprar almuerzo para llevar a la oficina y cuando regresé me encontré con que me habían roto el vidrio y me habían robado los 10 millones».
En el plano de las especulaciones, la víctima del robo cree que lo estaban siguiendo, porque aconseja a quienes retiren dinero en efectivo, que extremen las medidas preventivas.
También destacó el gesto del empleado y otros vecinos de la calle.
Los locatarios del comercio de calle Los Carrera indicaron a LA REGIÓN que sienten inseguridad, porque estos robos son frecuentes. «Dañan los vehículos para robar radios o cualquier cosa. A una señora que trabaja en contabilidad le quebraron el vidrio de su auto a plena luz del día para robarle dos lápices comunes y corrientes».
Hacen ver también que llegada la tarde y con mayor razón en la noche el sector es muy oscuro y su relativa cercanía con el Parque Pedro de Valdivia hacia donde arrancan los delincuentes, lo hace un sector propicio para los lanzas.
Por esa calle transitan estudiantes, trabajadores, y como vive poca gente, se sienten desprotegidos ante la necesidad de pedir auxilio. Los negocios cierran más temprano.
