Finalmente, ayer por la mañana, la familia del joven desaparecido puede tener un poco de paz, luego que, el experimentado buzo mariscador, Manuel Videla, diera con el serenense desaparecido el 8 de febrero. El hombre de mar vino del norte a colaborar, ingresó al mar a las 09.30 y a las 11.00 horas dio con el cadáver.
Eran cerca de las 11.00 de la mañana y parecía que iba a ser un día más en la búsqueda de Franco Jure. Y es que se cumplían 16 sin novedades, y nada hacía presagiar que algo diferente podría ocurrir. Cierto, la familia siempre mantenía la esperanza, sin bajar los brazos, esperando durante cada jornada a que la mar devolviera el cuerpo del joven de 31 años, pero siempre con mesura, ya que eran conscientes de que al pasar tantos días las posibilidades de hallar el cuerpo disminuían. Además, existía una preocupación extra ya que durante la noche las marejadas retornarían a las costas de la región, lo que dificultaría todavía más la búsqueda, tal como ocurrió al comienzo. Es decir, si no lo encontraban durante esa jornada, probablemente pasarían varias más sin noticias positivas.
Por fin
Pero no fue un día más como se auguraba. Sí, eran carca de las 11.00 de la mañana y desde Chungungo llegaba la noticia. El joven había sido encontrado por un grupo de pescadores. La información fue corroborada por el Gobernador Marítimo, quien, si bien no pudo entregar mayores detalles ya que ahora debe remitir los antecedentes a Fiscalía, señaló que «efectivamente el cuerpo fue encontrado pasadas las 11.00 horas por gente de Chungungo».
Y minutos después no quedaron dudas, pues los mismos pescadores, a través de un video que compartieron en redes sociales daban cuenta del hallazgo, y manifestaban su conformidad con el trabajo realizado ya que sabían que darían tranquilidad a la familia. A su vez, deslizaron críticas a la Armada. «¡Se logró el objetivo, logró! ¿Dónde está la Armada de Chile? Nunca vinieron (…) Las autoridades, ¿dónde están? Puros pescadores acá», expresaban los hombres de mar en la grabación.
El registro se viralizó rápidamente, y los familiares se enteraron de la buena nueva. De igual forma, el Ministerio Público se puso en contacto con ellos para entregarles la información de manera oficial.
Procedimientos oficiales
Consultada respecto al caso, la persecutora Ana Acebedo indicó, que el trabajo que venía para ellos como Fiscalía era «acreditar la identidad del joven. Se dispuso la concurrencia de la Brigada de Homicidios y que luego el cuerpo sea derivado al Servicio Médico Legal. Dentro de las pericias, obviamente está la identificación del cuerpo».
Una vez que los pescadores encontraron el cadáver, se dirigieron a la Caleta, donde los esperaba una patrulla de la Armada quienes ya habían sido instruidos por el Ministerio Público para trasladar el cuerpo hasta la Gobernación Marítima, allí se dispuso la concurrencia de la Brigada de Homicidios, según indicó el Subprefecto José Cáceres. «Detectives de la Brigada de Homicidios La Serena junto a peritos del Laboratorio de Criminalística Regional concurrieron hasta la Gobernación Marítima de Coquimbo por instrucción del Ministerio Público debido al hallazgo de cadáver en sector Chungungo que recuperó la Armada de Chile», informaron, y luego de ello, el cuerpo de Franco fue llevado al Servicio Médico Legal (SML) donde se le efectuarán los exámenes correspondientes.
Llega la calma
Si bien el dolor de la familia Jure Vergara continuará, al menos con el hallazgo llega la calma. Así lo indicaron a través de las redes sociales, y también a los medios de comunicación. Pedro Pinto Vergara, primo de la víctima, expresó su conformidad con lo acontecido, aseverando que terminar este proceso es un alivio para todos. «La pena queda por siempre, pero por lo menos ya tenemos una calma de poder llevar su cuerpo con nosotros, al hogar, que nuestra tía pueda tenerlo en su casa un par de días más y poder darle una sepultura digna, como corresponde porque gracias a dios él siempre fue un buen primo, buen hijo, buen padre», manifestó el familiar.
Comunidad y pescadores
Desde la familia, a quienes más agradecieron fue a la comunidad de Chungungo, que estuvo presente desde el primer día de búsqueda levantando un campamento. Y claro, también destacaron el hecho de que fuese un buzo mariscador quien finalmente lo encontrara. En ese sentido, Víctor Vergara, buzo y alcalde de mar de Punta de Choros, sintió una «satisfacción enorme al haber sido parte de esta búsqueda, por la familia que estaba y está mal por lo que les ocurrió. Además, era un día crucial porque a la noche empiezan las marejadas fuertes y ahí se complica la cosa», sostuvo.
El secretario de la Brigada de Emergencia de Chungungo, Isaías Véliz, también fue uno de los que les brindó apoyo y contención a los familiares y siente que hoy por fin termina el calvario que estaban viviendo. «Estuvimos con la familia, dándoles contención, apoyándoles desde el día uno. Movilizamos ayuda, estuvimos con gente en la playa rotándola, y así hoy día (ayer), y podemos decir que hemos cumplido».
El poder de la experiencia
Eran 16 días, y no había resultados positivos, pero ayer entró a la mar un hombre que cambiaría el curso de esta lamentable historia que se contará en Chungungo.
Manuel Videla no tenía intenciones de venir a la zona. Ya había estado durante unos días, pero retornó a su lugar de residencia, y donde además trabaja, en Antofagasta, pero su familia que continuaba de vacaciones en el lugar donde Franco desapareció le insistía con fuerza, a diario, que por favor volviera para ayudar en la búsqueda del joven. Obviamente, por compromisos laborales, Manuel no podía viajar en cualquier momento, sin embargo, el miércoles arribó a la zona y venía con un plan en mente: Buscar a Franco en dos lugares específicos, que, según detalla, tenía claro que eran en los que el joven, más probablemente, podía estar. «Para mí no existían dudas, lo dije cuando llegué, teníamos que buscar, primero en el mismo lugar donde él cayó, y en otro sector donde las corrientes llevan la basura, el huiro. Yo venía con eso en la mente», cuenta Manuel, de 57 años, quien es buzo mariscador desde los 14, y conoce al revés y al derecho las costas de Chungungo y sus alrededores, ya que su padrastro, también buzo, lo hacía desplazarse bajo el agua por largos lapsos de tiempo, lo que llevó a que el hombre aprendiera a conocer el comportamiento de la mar de una manera especial. «De alguna manera, con tanto tiempo en esto, uno aprende a conocer el mar, sabe dónde van las corrientes, para dónde se mueven, casi por instinto. Hay muchos conocimientos que sólo te da la experiencia», relata el buzo.
El hallazgo
Manuel había llegado el miércoles, pero sólo ayer por la mañana se lanzó a la mar. Un amigo lo llamó para decirle que iban a salir a continuar con la búsqueda, para que los acompañara. En ese momento no lo dudó, acudió al llamado e ingresaron a la playa de Chungungo cerca de las 09.30 de la mañana. «Le dijo a mi amigo que fuéramos a los lugares que te comenté. Al principio no quería porque me dijo que ya habían buscado allí, ellos mismos, y la Armada también, pero yo insistí y fuimos».
Y lo que no pudo hacer nadie en 16 días, Manuel lo logró en una hora y media. Cerca de la 11.00 horas, precisamente donde indicó buscar, donde la corriente arrastraba basura y otras cosas, halló el cuerpo de Franco Jure. «Lo que pasa es que, si bien buscaron, no lo hicieron con la profundidad suficiente, porque más adentro, debajo de la basura que había, a 19 metros de profundad, el cuerpo se podía ver a simple vista. Faltó que fueran más al fondo», relata, satisfecho por poder haber ayudado con su sabiduría.