Momentos de tensión fueron protagonizados ayer en el Juzgado de Garantía de La Serena por parte de los familiares de Rubén Tapia Seura, de 57 años y su cuñado Claudio Rodríguez Jofré, 40, quienes resultaron muertos el miércoles 1, tras ser baleados, según las indagatorias policiales, por Juan Rojas Gamboa, 24 años, junto a su hermano José Rojas Gamboa, 26, ya que tras ser formalizados en la investigación por el ilícito no quedaron en prisión preventiva.
Inmediatamente los parientes de las víctimas que llegaron a la sala en que fue realizada la audiencia expresaron su molestia gritándoles «¡asesinos!» a los imputados, y expresando su disconformidad por la resolución del Tribunal, situación que obligó a que fueran rápidamente desalojados por gendarmes y por personal del recinto.
Argumento de aparente defensa propia
La formalización de investigación, que estuvo a cargo del fiscal Carlos Jiménez, tuvo como base el proceso indagatorio de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones, PDI, indica que el pasado el mediodía del 1 de enero varios sujetos, incluyendo a José Rojas, procedieron a trenzarse en una pelea con uso de armas blancas en la población Juan XXIII.
En esos instantes Claudio Rodríguez y Rubén Tapia salieron de su vivienda para ayudar a unos familiares que participaban en la riña que estaba registrándose en calle Arauco.
En medio de la reyerta José Rojas resultó con una herida cortopunzante en la zona de la espalda, situación que fue vista por Juan Rojas, quien concurrió al aledaño inmueble de unos parientes sacando del lugar una escopeta marca Rossi calibre 12 con la que volvió a calle Arauco.
Allí en la intersección con calle Fresia disparó a corta distancia contra Rodríguez, causándole una seria herida en el cráneo y en contra de Tapia, quien recibió los perdigones en su pecho, cara y cuello, causándoles la muerte.
Momentos después ambos hermanos huyeron hacia un fundo de El Romero, lugar en que fueron aprehendidos.
Además el ente persecutor indicó que José Rojas previo a pelear en la calle fue a la casa de Rodríguez y Tapia a amenazar con arma blanca y que instantes antes ya había agredido a una de las víctimas.
Por estos antecedentes el fiscal Jiménez solicitó la Tribunal la medida cautelar de prisión preventiva para ambos imputados por la gravedad de la pena asignada al delito y por considerar su libertad como un peligro para la sociedad.
Sin embargo el Juez de Garantía Juan Carlos Orellana no acogió la petición, considerando la tesis de una legitima defensa esgrimida por el abogado defensor de los imputados, que indica que Juan Rojas disparó contra las víctimas en los momentos que habrían estado agrediendo con dos personas más con uso de arma a su hermano José a quien intentaron arrojar un peñasco a su cráneo.
Además siguiendo con la misma argumentación de la defensa, Juan Rojas en primera instancia percutó el arma hacia el aire a modo de advertencia.
Por otra parte, el Magistrado consideró que el principal testigo del hecho de sangre es pariente de los occisos.