A tres años de accidente ACHS atiende a joven

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Foto AchsFue necesario esperar tres años, para que Miguel Ángel Cortés, pudiera recibir atención médica de parte de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS).
La mutual, se había negado a considerar como accidente de trabajo, el hecho en el que este joven perdió sus brazos y su compañero Felipe Dubal Reinoso de 15 años perdiera la vida.
Fue necesario que interviniera la Superintendencia de Seguridad Social (SUSESO), para que la ACHS, asumiera el caso y le entregara el tratamiento que está descrito en la Ley 16.774, de Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales.
El 11 de abril de 2013, Miguel Ángel en ese entonces de 18 años y su amigo Felipe Reinoso de sólo 15, consiguieron un trabajo temporal en la empresa  “Research Publicidad” (Marco Olguín Castillo Publicidad).
La misión era instalar una tela en una paleta publicitaria, a nueve metros de altura, en el sector de Bosques de San Carlos.
Se trataba de ganar un dinero extra y ambos jóvenes, iniciaron la tarea que tanto la SUSESO, como la inspección del Trabajo consideron como «peligroso».
En plena jornada, pasadas las 14:00 horas, los jóvenes sufrieron una descarga eléctrica, que significó la muerte de Felipe Dubal Reinoso Bugueño, que cayó desde el letrero, Mientras que Miguel Ängel sufrió la pérdida de sus brazos.
Desde entonces, la vida del joven sobreviviente ha sido muy difícil y logró trabajar gracias al apoyo de la empresa publicitaria Icono, que lo ubicó como bodeguero. Mientras otras instituciones como la Teletón, le otorgaron ayuda para recuperarse.
Por eso, ayer Miguel Ángel, no estaba del todo contento con recibir la atención por parte de la ACHS, él sabe que si hubiese empezado su tratamiento antes, su vida actual sería mucho mejor.
«Me molesta la forma en que tuve que pelear este tratamiento, que era un derecho que me correspondía como trabajador, es duro cuando uno tiene que andar casi suplicando para recibir lo que es justo», dijo.
Actualmente Miguel Ángel es padre de familia y tiene una hija de 8 meses, que le da la fuerza para seguir adelante.
En la mutual, mientras Miguel Ángel hacía sus trámites previos para su atención, Ana Bugueño, la madre del joven que perdió la vida en el mismo accidente, lo miraba con ternuna.
Miguel y su hijo se conocían desde pequeños. Ambos vivían en la calle «EbenEzer» de Coqbuimbo, curiosamente la palabra que define esa calle, de origen hebreo y que es bíblica, significa «hasta aquí nos ha ayudado Dios».
Ana Bugueño, tiene una mirada triste, trata de buscar una explicación al accidente en que perdió a su hijo y a la situación que hoy debe enfrentar.
«Todo esto me genera mucho dolor, además la carta que mandó la mutual iba a nombre de mi hijo muerto, Creo que es un detalle, pero que agrava todo lo que estoy pasando», dijo.
Su situación es un tanto diferente, porque hasta ahora nadie le ha ayudado económicamente después de la trágica muerte de su hijo.
«Ni la empresa, ni la mutual me respaldaron en lo que pasé con mi hijo (El menor de tres hemanos), ni siguiera me ayudaron con los gastos mortuorios», contó la mujer.
En su caso se deberá definir si es beneficiaria de algún tipo de indemnización de acuerdo a lo establecido en propia ley de Accidentes Laborales.
La mujer, reconoce que ningún dinero le servirá para mitigar la pérdida de un hijo y aunque se da cuenta del sufrimiento que está pasando Miguel Ángel, que perdió sus brazos, le hubiese gustado que su hijo aún estuviera vivo, como sea.
El logro de que Miguel Ángel sea atendido por la ACHS, fue gracias a distintas personas que se encontró en el camino y que estuvieron dispuestos a jugársela por él y a no dejarlo solo.
Entre ellos está Guido Hernández, que lo acompaña en todos los trámites que tiene que hacer y también el abogado Jorge Villar.
El profesional explicó que la atención médica de Miguel Ángel es parte de un proceso.
«Ahora se viene la etapa de judialización de este caso, porque acá hay daños morales y patrimoniales que no se encuentran compensados», dijo Villar.
Además, recalcó que «el hecho de no haber sido atendido de manera adecuada en una etapa temprana de sus lesiones, tiene consecuencias y la principal es retardar su proceso de rehabilitación».
De todas formas, el abogado Villar, plantea que lo primero es preocuparse de la rehabilitación física y sicológica de Miguel, junto con eso se debe buscar una real  adaptación al medio laboral, para después pensar en las compensaciones económicas que se buscará perseguir judicialmente.

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