Las universidades de La Serena (ULS) y de Atacama (UDA), en las regiones de Coquimbo y Atacama respectivamente, son herederas de una tradición minera más que centenaria. En el marco del programa Ingeniería 2030, ambas casas de estudios desarrollaron un trabajo colaborativo para dar vida al Consorcio de Ingeniería Ignacio Domeyko (CIID), que busca ser un motor de desarrollo regional.
Se trata de incorporar estándares de clase mundial en las carreras de Ingeniería Civil de ambos territorios, como son el emprendimiento, la innovación, las tecnologías de la información y el idioma inglés. Los principales ejes de trabajo son la investigación, el desarrollo, emprendimiento e innovación, aplicados principalmente a la minería, energía y sustentabilidad, incluyendo en este proceso a toda la comunidad.
Tras una reunión en que representantes de este consorcio presentaron la iniciativa, que finalizó su etapa de diagnóstico, el Intendente Claudio Ibáñez señaló que «a través de este proyecto se busca avanzar hacia una sociedad del conocimiento y como Gobierno Regional queremos apoyar y ser partícipes de esta iniciativa tan importante para mejorar todas las carreras en la Universidad de La Serena y Universidad de Atacama, mediante la creación de un consorcio internacional entre universidades chilenas, en alianza con universidades del mundo».
Este consorcio además cuenta con un Consejo Asesor, integrado por los Gobiernos Regionales de Atacama y Coquimbo, minera Atacama Kozan, Consejo Minero de Coquimbo, el Colegio de Ingenieros de Chile, la Cámara Chilena de la Construcción, el Instituto de Ingenieros de Chile, Telefónica I+D, Corporación para el Desarrollo de la Región de Atacama, Minera Los Pelambres, el Instituto de Ingenieros de Minas de Chile y Pro Chile.
El decano de la Facultad de Ingeniería de la ULS, Mario Durán, detalló que para que las facultades de ingeniería sean un motor de desarrollo regional «tenemos que hacer nuestras las necesidades de la región y vincularnos con el medio, con la industria, haciendo transferencia tecnológica, innovación y emprendimiento, lo que está dentro de los compromisos del proyecto de Corfo».
Ya finalizada la etapa diagnóstica, hoy se trabaja en los últimos detalles del plan estratégico del proyecto. Entre las acciones más importantes, están creación de centros de desarrollo de investigación aplicada, centros numéricos en ingeniería y de emprendimiento abiertos a la comunidad, a través de acciones particulares para cada región e iniciativas conjuntas.
El Director Regional (s) de Corfo, Gustavo Dubó, puntualizó que «para la competitividad de las regiones es fundamental el fortalecimiento de sus facultades de ingeniería. De alguna manera la innovación tiene un elemento muy importante en las facultades de ingeniería, porque está en primer lugar la formación de su capital humano, por otro lado es la conexión entre la universidad y las empresas para las soluciones tanto a los problemas como a las oportunidades y desafíos futuros que tiene la región».
Estos proyectos tienen dos etapas de implementación, de 3 años cada una, por lo que son seis años lo que tardará su ejecución. El 50% del financiamiento lo pondrá Corfo, mientras que el otro 50% será cubierto por ambos Gobiernos Regionales –de Coquimbo y Atacama- en partes iguales.
Entre las oportunidades que presenta la región para ser abordadas por este consorcio están el desarrollo del proyecto Túnel de Agua Negra, la agenda estratégica de minería, la actividad astronómica local y el escenario hídrico regional.