Los Cartagena Valladares vinieron a la región en busca de tranquilidad, y pese a que en el puerto está la fiesta más grande del país para esta época del año, a ellos no les llama la atención esa «efervescencia» ni la cantidad de personas que se congrega. No se divierten y prefieren un asado en algún parque de la capital regional, «que también tiene sus alternativas», afirman.
Hoy comienzan los feriados de Fiestas Patrias y ha llegado gente desde distintos lugares del país, uno pensaría, respecto a la conurbación, que la mayoría de las personas que viene de afuera, lo hace para ver el show de la Pampilla y ser parte de la fiesta más grande de Chile. De hecho, puede que la Pampilla sea el atractivo turístico más importante de la región por estos días, con las fondas y los shows artísticos.
La Serena saca pecho
Pero no todas las familias vienen la gran fiesta Pampillera. Entre tanto visitante que tiene por intención llegar a la comuna puerto, hay quienes vienen a buscar una tranquilidad que dicen, sólo les entrega La Serena, ni siquiera el Valle de Elqui. Por lo mismo, poco les importa la cantidad de artistas famosos que estarán sobre el escenario en Coquimbo, y más bien prefieren, por ejemplo, pasar una simple tarde en la plaza de Armas de la capital regional.
Así encontramos a una familia que vino directamente de Peñaflor, Región Metropolitana. Mónica Valladares, la matriarca, sostiene que este lugar, La Serena, es el único que les permite encontrar la paz y relajarse, sobre todo estos días, con el ambiente tan convulsionado precisamente debido a la efervescencia de la fecha. «Para mí esta época es para otra cosa, para relajarse. Nosotros como familia siempre hemos preferido esto. Estar aquí en La Serena. En mi caso, yo quiero disfrutar, pero estar en la Pampilla significa estar hacinados, andar llenos de tierra, y no es lo que andamos buscando», relata la mujer.
«Para shows, están mis hijos»
De muy buen ánimo, la visitante expresa que el show de la Pampilla tampoco le llama la atención, «más show es el que me hacen mis hijos», afirma riendo, y agrega que, «La Serena tiene buenas alternativas igual. Tenemos el Parque Pedro de Valdivia, donde hemos venido en temporada anteriores y ahí se puede hacer un asadito y cosas así. Además está el otro parque, Parque Coll creo que se llama. Entonces, si en algún momento nos dan ganas de bailar cueca y zapatear, nos podemos ir para estos lugares, sin tener que ir a la Pampilla», expresa la señora Mónica.
Los «niños» más que contentos
Los hermanos Daniel y Óscar Cartagena, de 28 y 30 años respectivamente, también agradecen tener la posibilidad de venir a una ciudad tan tranquila. «No soy una persona que le guste estar donde hay mucha gente, por eso que elegimos, todos en la casa, venir para acá. Es cierto que teníamos la alternativa de la Pampilla, pero para qué, si sabemos que no la pasamos bien allá. Somos todos como medio parecidos en cuanto a nuestra personalidad, y no somos muy extrovertidos», sostuvo Daniel, estudiante de kinesiología. «Lo que pasa es que igual el estrés de la universidad es grande. Además, uno a veces se empieza a cansar hasta de los carretes, por eso mismo te digo, estar en La Serena es lo mejor y, como dice mi madre, también hay buenas alternativas», expresó el joven.
Escapar
Por su parte, Óscar, quien realiza un doctorado en ingeniería eléctrica en la Universidad de Chile, manifiesta que «escapar del ajetreo de Santiago es algo sanador. Como que te recarga de energía. Siempre hacemos esto como familia, mis padres y mi hermano, por lo que también es una forma de reencontrarse y de mantenernos unidos entre nosotros, ya que el resto del año no estamos tan juntos como nos gustaría», expresa.
