Pruebas, trabajos y disertaciones tienen vuelto locos a muchos estudiantes de la Universidad de La Serena, sobre todo a aquellos que entraron más tarde a clases y que terminan su semestre a mediados de enero.
La situación que mantiene molestos a un gran número de alumnos es la modalidad para renovar los beneficios. Si bien hasta el pasado 27 de diciembre tuvieron plazo para renovar becas y créditos a través del sitio web, posterior a ese trámite, los estudiantes deben presentar una documentación completa a una asistente social, quien en muchos casos rechaza la entrega porque faltan documentos.
El tema es que se reparten solo 30 números diarios para atención de alumnos, y muchos se han quedado por días sin poder entregar documentos, u otros que son devueltos a buscar más papeles.
Este dos de enero, en el Campus Isabel Bongard, hubo alumnos que llegaron de madrugada, a eso de las cinco de la mañana, para poder hacer fila y asegurar un número de atención. Quienes llegaban a las ocho de la mañana ya quedaban fuera del trámite.
Para el día tres, los primeras treinta alumnos estaban a la una y media de la madrugada en las afueras del mismo campus. La situación se repitió en Enrique Molina Garmendia y Colina El Pino.
Algunos estudiantes, a través de la redes sociales, narran su experiencia, relatando por ejemplo que «yo estoy embarazada, y no puedo llegar a esa hora para tener número, así jamás podré dejar los papeles».
Daniela Meneses estudia Ingeniería Comercial, por lo que su campus es Enrique Molina Garmendia. Según cuenta este sistema de los números es «otra maña para dejar a más de uno sin beneficios. En mi campus por lo menos no es tanto, basta con llegar a las 6 (de la mañana), pero en Ignacio Domeyko es horrible, hay gente que se queda a dormir».
Agrega que «he estado estudiando para las pruebas, todos los días tengo algo, esta semana que viene tengo una entrega de trabajo semestral, un debate, y tres pruebas, y más encima esto de los papeles, se supone que se quedó en un acuerdo de que esto iba a ser por internet, y además se dijo que iban a aumentar el número de asistentes».
Ken Rivera, presidente de la Federación de Estudiantes de la casa de estudios (Feuls), señaló que «la Dirección General de Asuntos Estudiantiles (DGAE) implementó un nuevo sistema, ante el cual están en contra. «No creemos que es lo mejor que se entreguen números a las tres de la mañana denigrando al estudiante (…) creemos que eso también responde al poco plazo que se dio con respecto a la entrega de la documentación. Creemos que no es la mejor opción tener este sistema», explicó.
Asimismo, acerca del plazo para la entrega de documentos, la cual se extendió hasta el 10 de enero, Rivera dijo que «el Ministerio no pone plazos estipulados de entrega de documentos respecto a la renovación de beneficios. Nosotros estamos muy preocupados (…) hablamos con la asistente jefe y le pedimos extensión de plazo, pero la extensión solo hasta el día 10 (de enero) se debe a que la semana después viene todo el proceso de postulación de los alumnos nuevos, por lo tanto, el personal de asistentes sociales va a tener que estar abocado a la matrícula 2014 y juntar alumnos antiguos con alumnos significaría un colapso».
Ken no cree que hasta esa fecha los más de cinco mil alumnos que deben renovar beneficios alcancen a hacerlo, ya que según estimaciones, habría alrededor de dos mil estudiantes que estarían entregando a tiempo su documentación.