Esta medida del sueldo ético mínimo será propuesta ante el Consejo Académico en su próxima sesión, para luego continuar la tramitación ante la Junta Directiva, señaló el Rector Nibaldo Avilés
El Rector Avilés comentó que «la sentida demanda de la sociedad chilena por mayor equidad y justicia social es, después de 24 días de movilizaciones ciudadanas, un llamado ineludible que como Universidad de La Serena debemos y deseamos atender.
Es así como, cercano a una década, el monto del reajuste de remuneraciones se ha realizado en base al reajuste del sector público -el cual no ha sido una constante en todas las universidades del Estado-, «aun en un escenario complejo de financiamiento, conllevando ajustes importantes para un adecuado equilibrio presupuestario».
Esto se ha conseguido, indica, «gracias al valioso apoyo de la Comisión Triestamental Interna del Consejo Académico –compuesta por representantes de las asociaciones de funcionarios tanto de académicos como no académicos, junto con la Federación de Estudiantes- quienes, a la luz de todos los antecedentes sobre ingresos y egresos probables, proponen una aproximación del presupuesto institucional al Consejo Académico, hecho que constituye una modalidad única de trabajo en el sistema universitario».
Vistos los antecedentes «es que he resuelto ingresar a discusión ante los órganos colegiados la propuesta de mejora salarial para los y las funcionarios y funcionarias que se encuentran bajo la línea de los 500.000 mil mensuales brutos, estableciendo este nuevo monto como la remuneración mínima y ética en la Universidad de La Serena a partir del 1 de enero de 2020».
Esta propuesta de mejora de remuneración, explica, «es sin perjuicio de los bonos que la universidad particularmente tiene establecidos como complemento a las remuneraciones».
Sin embargo, sostiene el profesional, «esta medida del sueldo ético mínimo será propuesta ante el Consejo Académico en su próxima sesión, para luego continuar la tramitación ante la Junta Directiva, si así se determina. Si bien su eventual aprobación y puesta en marcha impactará los flujos financieros de la institución, se trata de una señal de equidad que, sostengo, no podemos seguir postergando.