El pasado fin de semana, Diario LA REGION expuso la denuncia que realizaron dos alumnas de la carrera de Odontología de la Universidad Pedro de Valdivia, sede La Serena, donde acusaron algunas injusticias como por ejemplo, la atención de al menos 50 pacientes al año sino se reprueba el ramo, o la compra de algunos insumos.
Pero lo más grave expuesto por Laura Romaniello y Natalia Maulen, es que la clínica odontológica de la universidad no cuenta con la autorización sanitaria, calificándola de «clandestina».
Desde la institución no tardaron en responder, a través de un comunicado escrito por el vicerrector de la sede, Fernando Díaz Molina, quien manifestó que «la información publicada se basa solo en opiniones y dichos de dos estudiantes de nuestra Universidad (…) las aseveraciones causan preocupación en nuestras autoridades, pues generan una errónea representación de la realidad en que funcionan nuestras atenciones odontológicas».
La casa de estudios recalcó que «este año se aumentaron de 16 a 21 los box en la clínica odontológica, se mejoraron las condiciones de funcionamiento del preclínico y se ejecutaron importantes obras, junto con incorporar equipamiento de primer nivel», aseverando que la institución se ocupa que los estudiantes estén supervisados por docentes de primer nivel y vasta trayectoria.
«No es de ninguna manera efectivo que los propios alumnos deban costear los insumos para la atención de pacientes. Es la universidad, que a partir de los aranceles que percibe, y como parte de su normal funcionamiento, provee de los materiales clínicos necesarios para la óptima prestación de los servicios», aclaró Díaz Molina, a través del comunicado.
Respecto del otro punto catalogado por las alumnas como «injusto», la Universidad señaló que «en relación con que deben atender a cincuenta pacientes anualmente, y si no lo hacen, reprueban el año, es errónea, ya que este número es relativo y acorde a los requisitos de cada una de las asignaturas».
La UPV también enfatizó que «en tal sentido, y teniendo presente que la dificultad en la disponibilidad de pacientes es una realidad de todas las universidades que imparten esta carrera, las autoridades de la institución han decidido colaborar en la captación de pacientes, generando y gestionando para ello, convenios de atención con instituciones tanto públicas como privadas».
