Orientación Vocacional, Educación No Sexista, fortalecimiento de Nodos Sectoriales y el uso de Inteligencia Artificial son algunos de los temas que las instituciones buscarán trabajar de forma colaborativa junto a la comunidad educativa de la región el 2024, involucrando el compromiso de liceos y colegios TP, instituciones, ONGS, empresas e Instituciones de Educación Superior.
Rodrigo Solís A.
Recientemente, Coquimbo fue escenario de un encuentro realizado por la Red Futuro Técnico Coquimbo -iniciativa del Ministerio de Educación ejecutada por Fundación Chile en el territorio, de la mano de la Seremi de Educación-, que reunió a la comunidad educativa para resaltar los logros obtenidos durante el año en el ámbito educativo, destacando el progreso en el desarrollo de habilidades técnicas y las oportunidades generadas para los y las estudiantes y, así, comenzar a delinear las estrategias y desafíos para abordar el desarrollo de la Educación Técnico-Profesional (TP) en el territorio de Coquimbo el 2024.
La hoja de ruta planteada para 2024 apunta a Orientación Vocacional, Educación No Sexista, fortalecimiento de Nodos Sectoriales y el uso de Inteligencia Artificial, entre muchos temas que las instituciones buscarán trabajar de forma colaborativa junto a la comunidad educativa de la región, involucrando el compromiso de liceos y colegios TP, instituciones gubernamentales, ONGS, empresas e Instituciones de Educación Superior.
Diario La Región conversó con Vanessa Arévalo, jefa de Proyecto Red Futuro Técnico zona centro-norte de Fundación Chile, acerca de los aprendizajes y desafíos que se plantean para los 43 liceos técnicos profesionales que la integran en nuestra región, y que pertenecen a las provincias de Choapa, Elqui y Limarí.
¿En qué consiste el trabajo de Red Futuro Técnico Coquimbo?
“La Red Futuro Técnico Coquimbo es una iniciativa del Ministerio de Educación ejecutada por Fundación Chile en el territorio que promueve y financia la ejecución de proyectos colaborativos y de vinculación. Al igual que en Valparaíso, en Coquimbo tenemos la misión de fortalecer la educación técnico-profesional desde una apuesta que tiene que ver con la colaboración de liceos y actores del ecosistema de la educación superior y el sector privado o la industria”.
¿Qué podría destacar del trabajo del año en cierre?
“Ha sido un año de varios talleres de formación de docentes de liceos de diversas especialidades, pero también hemos trabajado con actores de la educación superior e instituciones del sector productivo y gubernamental, de modo de alinear las necesidades de la educación técnico profesional con lo requerido para el desarrollo humano y productivo regional. Nosotros trabajamos para instalar mejores prácticas que favorezcan el aprendizaje técnico. En este sentido, pienso que la colaboración es el eje principal, ya que creemos que los grandes problemas o desafíos de la educación, encuentran su solución en la medida que se comparten las experiencias y las metodologías. Unos de esos desafíos son las “trayectorias formativo-laborales” de nuestros estudiantes y para ello es necesario vincular a todos los actores pertinentes, de modo que tanto los y las jóvenes de la región, como los y las docentes, se inspiren y se actualicen”.
¿Cuáles son los conceptos más relevantes del programa ejecutado por la Red en Coquimbo?
“Creo que tuvo una gran acogida el taller de orientación vocacional con asistencia de orientadores y equipos psicosociales de los establecimientos educativos. También colaboramos en la comprensión del perfil para el encargado de vinculación con el entorno o gestor de redes, ya que consideramos que este rol es crítico para mantener a un liceo técnico profesional vinculado y articulado con el entorno con el propósito de asegurar las trayectorias formativo laborales efectivas para los y las estudiantes de la Enseñanza Media Técnico Profesional. Muchas veces en los liceos TP no existe este cargo y eso impide tener una mirada más amplia del entorno, para identificar a tiempo dificultades y oportunidades”.
Sin duda el concepto de “maestro guía” llamó la atención entre los participantes ¿qué nos puede contar al respecto?
“El maestro guía es quien lidera el aprendizaje de los y las estudiantes en la empresa cuando este se convierte en un espacio formativo. Este maestro guía no es docente, por lo que dedicar un espacio de formación para ellos es fundamental para la comprensión de su rol, en esta etapa de la vida de los estudiantes cuando realizan su práctica profesional. El maestro guía de esta forma se convierte en un facilitador del aprendizaje. También trabajamos el aprendizaje colaborativo basado en retos, que es una práctica muy innovadora y permite involucrar objetivos de aprendizaje general y técnico, de forma trasversal, poniendo como foco resolver un desafío real productivo o comunitario lo que además permite desarrollar habilidades como la creatividad, la colaboración y el liderazgo. Otras capacitaciones se relacionaron con diversas iniciativas formativas ejecutadas de la mano del Ministerio de Educación, los liceos y colegios TP del territorio, y en importantes oportunidades, en alianza con empresas, Instituciones de Educación Superior y organizaciones de la región. Este año seguiremos reforzando y profundizando en ellas”.
¿Cuál cree que será el mayor impacto de la Red Futuro Técnico en la región?
“Red Futuro Técnico Coquimbo busca crear nodos de articulación entre liceos técnico-profesionales y motores productivos de la región u otros ejes temáticos de interés. Creo que es una gran oportunidad para los liceos vincular a sus egresados y su formación técnica con sectores como la gastronomía y turismo, agricultura y energía entre otros, de manera que todos los actores del ecosistema técnico profesional, sean liceos, institutos, centros de formación técnica superior, sector empresarial y gremios de productores e instituciones gubernamentales, permitan trabajar de forma colaborativa en las habilidades necesarias para atender las exigencias de cada sector y mantener un sello regional”.