Este lunes continuó de manera desenfrenada la demolición de la infraestructura interior del recinto, pese a que el municipio declaró el hecho de «ilegal», al tener una prohibición de parte de la Dirección de Obras. Al llegar al sitio, que está complemente cerrado por fuera, una de las encargadas con casco blanco tapa el último espacio donde se puede mirar hacia adentro. «Esto es privado, no tenemos autorización para hablar», dijo, cerrando rápidamente el orificio.
Eso, mientras en las afueras de calle Varela una agrupación de animalistas reclamaba que la empresa tendría a la deriva a dos gatitos que se criaron en el ex mercado durante toda su vida.
Una nota publicada por este medio en la jornada de domingo, evidenciaba la postura del jefe de patrimonio del organismo porteño Jorge Gómez, quien dice que aún quedaría paño que cortar en la polémica demolición. Para ello relató una serie de argumentos que detallaban las presuntas irregularidades que ha tenido la empresa dueña. Y es quien hace tres semanas viene rompiendo «todo lo que se le pase por delante», reclamaron vecinos del sector.
Ayer llegaron de madrugada y se encerraron para seguir con los trabajos, pese a la nota publicada. «Nada les importa», dijo Patricio Basaure, presidente de los sindicatos de trabajadores. Han sido multados por la acción pero finalmente terminan cancelando el dinero cuantas veces sea necesario, debido a que el objetivo es demoler como sea el mercado, explica con tristeza.
A la desesperación de los últimos comerciantes que quedan con vida y que se ubican al exterior de calle Melgarejo, se suma la de una agrupación animalista, quien a esa hora de la mañana también llegaba a reclamar por la presencia de una gata muerta en la calle, aparentemente madre de dos animalitos que seguirían dentro del mercado.
«No sabemos si les dan comida, nosotros solo queremos sacarlos de adentro del recinto, ya que están trabajando con maquinaria y corren peligro de ser pasados a llevar. No hay dialogo, ni ningún intento de escuchar nuestras peticiones. Esperemos que se detengan, ya que es desesperante toda esta situación, llevábamos una semana intentando y no podemos rescatarlos», dijo la representante de la instancia.
La mujer alega que la gata muerta no tenía signos de haber sido atacada. «Apareció muerta de la nada y eso nos tiene muy preocupados. Es como si la arrojaron fallecida de adentro».
Patricio Basaure comentó a LA REGIÓN que están decepcionados con distintas organizaciones que no ha hecho nada por solucionar el problema que los afecta. Carabineros, tribunales de justicia y municipio han estado al debe, dice el dirigente. Sin embargo, eso no significa que se hayan dado por vencidos, ya que insiste en que el mercado cumple con todos los requisitos de ser catalogado como un lugar de conservación histórica.
«Nosotros no estamos bajando los brazos, como escribieron en la prensa durante la semana pasada. Lo que sí estamos decepcionados del trabajo del sistema judicial, que no ha sido capaz de darnos una salida, de Carabineros que no llegaban a la hora cuando vienen a desalojarnos ilegalmente, y en el episodio bochornoso del año pasado cuando vinieron con palos. Incluso también del municipio, porque en su momento no hicieron lo suficiente para protegernos».
Frente al terminal de buses tendrían la nueva casa, que pretenden operar en enero próximo. Serían unos 12 locatarios que arribarían al sitio perteneciente al Minvu y con el apoyo de Corfo.
Lo cierto es que la empresa dueña del terreno por ahora no tiene permiso para realizar la acción de demolición, a pesar de contar con el visto bueno para montar un lujoso estacionamiento de tres pisos que pretenden como proyecto. Los restos arqueológicos encontrados en mayo del 2020 también son parte de los resguardos que tendría el mercado.
No obstante, no puede olvidarse del desalojo y finaliza con una crítica. «Además ni siquiera desratizaron el lugar antes de entrar a la demolición. Las instancias legales te obligan a realizar ese paso, pero estas personas se pasan todo por la borda. Es increíble como la empresa se ha saltado pasos importantes, jurídicos y legales, que nos hacen llenarnos de dudas», sentenció el presidente del sindicato de trabajadores del ex mercado municipal.