En su mayoría son mujeres y esperan que el municipio las ayude a buscar un lugar físico y estable para vender sus productos. «Ya no podemos vivir de calmantes, menos en la situación que estamos viviendo» Son 14 mujeres y un adulto mayor. Buscan el permiso definitivo para instalarse en un lugar de La Serena y vender sus productos.
Y como aseguran que hasta el momento han recibido «puros calmantes», es que ayer se manifestaron por las calles del centro y también frente al municipio. María José Jiménez es la presidenta del pequeño grupo de «comercio frutas y verduras», y cuenta que «estábamos conformando un mercadito hace tiempo, pues somos un sindicato pequeño y necesitamos trabajar. El día 23 de marzo el municipio nos iba a entregar un terreno para que en ese lugar pudiéramos vender nuestras cosas, que estaba en calle Rengifo (entre Fruna y Agroplastic).
De hecho nos arreglaron un lugar, pero cuando fuimos a ver ya no había nada. Después nos dieron de nuevo un permiso provisorio para trabajar, pero lamentablemente ese plazo se venció». Reclaman que hace una semana «que estamos esperando respuestas, pues no nos quieren dejar trabajar en calle Cienfuegos con Prat, en el persa, donde teníamos un lugar físico. Sólo queremos que nos den la posibilidad de trabajar por un tiempo, al menos hasta diciembre, y luego que nos ayuden a buscar otro lugar». Dicen que la única solución que les han dado es que deben esperar, «pero ya la gente entró en desesperación. El otro día nomás se llevaron a un compañero porque andaba con un carro, pero lamentablemente es nuestro medio de transporte y lo ocupamos para vender nuestros productos, que son básicamente las verduras».
Aseguran que la manifestación de ayer por la mañana fue una manera «de poner presión, porque hasta ahora sólo nos entregan calmantes y ya no podemos vivir de calmantes, menos en la situación que estamos pasando y además con los niños en las casas, porque antes por último recibían su comida en el colegio, ahora no. Algunas compañeras han ido a trabajar a ferias y también a otros lugares, en realidad todas hemos hecho algo, pero no es lo mismo, puesto que en las ferias igual nos corren, porque no tenemos el permiso, así que estamos tratando de que nos ayuden porque ya necesitamos trabajar».
