Hasta los rivales aplaudieron el zapatazo al ángulo que metió el delantero de Coquimbo Unido en el duelo que jugaron por Copa Chile en el Carlos Dittborn. “Fue un partido especial para mí” reconoció el argentino nacionalizado chileno, que jugó por largos años en el equipo ariqueño.

Durante años, Nahuel Donadell fue animador del campeonato de Primera B, vistiendo la camiseta de San Marcos de Arica. Allí estuvo por cuatro años, después de pasar por varios equipos del ascenso dentro del fútbol nacional.

Ahora, le tocó ir como visitante al Carlos Dittborn, porque su técnica lo llevó a tener continuidad en la Primera División vistiendo la camiseta de Coquimbo Unido y vivió una noche especial, al anotar un golazo ante su ex equipo, en el cotejo que los piratas empataron 2-2 ante San Marcos por Copa Chile.

“Fue un partido especial para mí”, reconoció el pequeño volante de 34 años, porque “después de estar tantos años en Arica, me tocó jugar en contra, convertir. A la vez pude regalarle ese gol a la gente de Coquimbo, que es mi nuevo club y eso también es importante”.

AL ÁNGULO

Donadell entró desde el banco la noche del martes para aventajar momentáneamente con un golazo a Coquimbo Unido.

Un balón que recupera Cordero en el sector medio, lo entrega rápido a Donadell, este avanza, ningún rival le sale a la marca y sorprende al meta Temperini clavando la pelota con un zapatazo en el ángulo.

“Son milésimas de segundo, siempre en esa posición trato de buscar la habilitación, pero en ese momento no tenía pase seguro. Avancé, vi el arco y le pegué fuerte. La pelota tomó una trayectoria increíble”, detalló Donadell.

Agrega el argentino nacionalizado chileno que “uno mismo se sorprende cuando haces golazos de tan lejos. No siempre te atreves a pegarle desde ahí. Probar de lejos es difícil”.
Y lo más curioso es que el gol no solo lo festejó el puñado de hinchas piratas que llegó al norte, también bajaron aplausos desde las tribunas ariqueñas, como reconocimiento al gran gol anotado y a lo importante que fue el jugador mientras defendió la camiseta de los “bravos del morro”.

“Pedir disculpas fue lo que me nació en el momento. Tal vez me pasé un poco con pedir perdón, pero lo hice por el cariño a la ciudad, no podía reaccionar de otra manera”, apuntó.
En Coquimbo, esperan que Donadell se convierta en un “mago” que no deje de sacar ese tipo de goles desde su sombrero, porque cualquier equipo agradece tener jugadores desequilibrantes.

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