Luego que la Corte de Apelaciones de La Serena acogiera la querella criminal en contra del ex Comandante en Jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre, y los subtenientes (en esa época) Jaime Ojeda Torres, y Fernando Polanco Gallardo, por presunto secuestro y torturas, Yelena Monroy –una de las querellantes- manifestó su satisfacción ante el avance en esta nueva investigación.
Para Yelena, la comunicación de la aceptación de la querella en Santiago, «fue una grata noticia, esperada obviamente, pero con la convicción de que por lo menos tenemos la certeza que se puede de una u otra manera hacer justicia. Desde ese punto de vista estamos muy contentos, no solo yo, sino mis hermanas Natasha y Marianela, quienes somos quienes interpusimos esta querella».
La querellante explicó que el paso a seguir ahora es que el abogado (Hernán Fernández) «tiene que estudiar lo que dice la aceptación a la querella… nosotros sabemos que estamos bajo la justicia antigua (Sistema Procesal Penal anterior al año 2000) por lo que hay un secreto de sumario y todas las acciones y pericias van a tener que ser solicitadas por parte del abogado».
Para las hermanas Monroy Rodríguez, este es un significativo paso para poder hacer justicia, ya que de las querellas interpuestas en contra de Cheyre –en La Serena, el Movimiento Allendista interpuso una por el caso Lejderman- esta fue acogida, y en un espacio de pocos días.
Pero muchos se preguntan por qué las hermanas Monroy tardaron en interponer esta querella, 40 años después de ocurridos los hechos. La respuesta es simple, ya que para ser querellantes como víctimas, deben ser reconocidas por el Estado, luego estudiar el caso, solicitando asesoría jurídica, para posteriormente comenzar a trabajar en la querella.
Yelena explicó que para que «el Estado chileno reconozca a una víctima de prisión política y/o sobreviviente de tortura, debe lograrse a través de la ley 19.992, conocida como el Informe Valech I, y la ley 20.405 que es el Informe Valech II, en los cuales se acredita la condición de víctima». Una vez que todas las hermanas fueron reconocidas como tal, comenzó la búsqueda de la asesoría legal, y tras tres años de trabajar en la elaboración de la querella, este año recién pudieron interponerla.
Otro de los objetivos que persigue la causa, es lograr que el ex comandante del Regimiento Arica, Ariosto Lapostol, pueda ser juzagado, debido a que siempre ha declarado en calidad de testigo, pero que nunca ha reconocido su participación, conocimiento y omisión de los hechos ocurridos en su recinto militar mientras lo administraba.
Cabe recordar que las hermanas Monroy Rodríguez, quienes tenían entre un año y doce años de edad, estuvieron en la cárcel del Buen Pastor, junto a su madre –Elena Rodríguez, militante socialista- desde 1973 hasta 1975, siendo Cheyre –junto a Polanco y Ojeda- quien allanó su hogar y apresó a la madre de las hermanas, para luego volver por las menores.
En honor a la verdad, se hará justicia por fin después de tantos años. Será un alivio para las familias de las víctimas de la caravana de la muerte y una sensación de victoria de la paz entre nosotros.