De un firme compromiso con la institución, herencia de una familia completa ligada a Carabineros, y una vocación de servicio que traspasa las lides de la institución, el General Rolando Casanueva, Jefe de la Cuarta Zona de Carabineros, ha debido sortear más de algún hecho contingente durante los meses que lleva al mando en la Cuarta Región. El asesinato de dos de sus camaradas en el mes de noviembre en una persecución cerca de Ovalle, sumado al escándalo por la violación que se habría producido dentro de la Primera Comisaría de La Serena han sido algunos de ellos. Algo que se suma al accidente que sufrió hace una semana cerca de Guanaqueros y en el que «de milagro», según indica, lograron zafar forman parte de las experiencias que ha recogido tanto personal como profesionalmente en la región y de lo que habla en extenso en entrevista con Diario La Región.
¿Cuánto tiempo lleva ligado al trabajo en Carabineros?
Yo entré el año 1985, llevo 32 años de servicio. Siempre trabajé en Santiago y ya hace dos años que estoy acá, primero como Prefecto de Coquimbo y luego me ascendieron a General lo que considero un compromiso tanto con la institución como con la gente que conozco y la sociedad misma. Esta es mi primera vez trabajando en regiones y es algo que he aprendido a valorar. La vorágine de Santiago no permite el grado de comunicación y de conocimiento de las realidades de las personas en su mundo. Creo que si me fuese a retiro sería lindo venirse a vivir a una región como ésta.
Usted, aparte de ser carabinero, es también bombero, lo que habla de una vocación de servicio que traspasa lo netamente institucional.
Así es. Siempre he tenido el ímpetu de querer hacer muchas cosas, de ayudar. Yo cuando era Mayor y Comisario en Renca me invitaron a ser voluntario, de hecho soy voluntario honorario de la 21 Compañía de Renca. Con ellos pasé muchas cosas, el año 2006, por ejemplo, estábamos combatiendo un incendio con varios voluntarios cuando me indicaron que el carro en el que habían concurrido se había desbarrancado y uno de ellos falleció. Yo era Comisario de la misma zona, entonces nadie entendía cómo una persona de civil mandaba a los bomberos y los carabineros. Claro, no sabían que yo cumplía ambos roles. Después supieron que yo era Oficial Jefe y de ahí que siempre tuve muy buena relación con el Cuerpo de Bomberos de Santiago. De ahí siempre que podía ayudaba en todo, me ponía mi traje sobre el uniforme y luego ya me lo sacaba para cumplir funciones netamente operativas.
En el tema netamente profesional no le ha sido fácil el trabajo acá. Han ocurrido eventos dentro de su jefatura como el fallecimiento de sus dos colegas en una persecución cerca de Ovalle y el caso de la violación dentro de la Primera Comisaría de La Serena, hechos connotados a nivel nacional dentro de las filas de Carabineros durante el último año.
Yo creo que a nadie le gustaría partir trabajando en un cargo con una situación tan terrible como la de los dos carabineros fallecidos. Esto nos marcó a todos ya que fue un hecho de tanta violencia que las redes sociales y la comunidad se unió para crear un lazo de apoyo hacia la institución. Yo a ellos los conocía, estuve con ellos cuando hicieron su revista final de motorista unos días antes del accidente. La muerte de ellos nos marca como sociedad, es de esperar que la justicia cumpla su rol como todos queremos. Nosotros estamos entregando el máximo de pruebas y vamos a respetar lo que ellos decidan. Yo creo que lo más se agradece son las muestras de cariño de la gente no solo a Carabineros, sino que también a sus familias; lo más triste de todo es que a veces uno se despide en la mañana pero no sabe si vuelve. Uno en cualquier momento puede ser víctima de un delincuente.
-Y sobre el tema del carabinero que está procesado por violación dentro de la Primera Comisaría, ¿cuál es su opinión?
Como en todos lados hay cosas buenas y malas. Hay gente muy buena y gente que no cumple las normas. En cuanto al hecho que ocurrió acá en la Primera Comisaría en donde un carabinero reconoce haber tenido relaciones sexuales con una retenida, lo primero que hicimos fue avisarle al fiscal y darlo de baja, poner todos los antecedentes a disposición y pedir que viniese la Brigada de Investigaciones de Delitos Sexuales a investigar; ni siquiera pedimos que fueran los nuestros aun teniendo personal capacitado con el fin de transparentarlo más ya que no por uno todos son malos. No por uno deben ser iguales 60.000 hombres. Lamentablemente el hombre comete errores y delitos, nosotros estamos permanentemente tratando de reforzar nuestra doctrina porque la función nuestra es ser un soporte para la sociedad. No solo en el combate contra la delincuencia sino que marcamos un nivel de estabilidad. Si uno logra tener como sociedad una policía estable, sólida y compenetrada, que sea ética, como sociedad nos mantenemos estables y tranquilos. ¿Hay delitos?, sí, hay delitos, pero debemos tener una policía éticamente valorada. Por ello pensamos que estos delitos deben ser entregados inmediatamente a la justicia y los antecedentes a la prensa. No ocultamos nada para desvirtuar la realidad, lo importante es que la justicia pueda cumplir su rol ahora.
Respecto a lo mismo y al tema del fraude en Carabineros y su postura respecto a la ética, ¿cuál es su opinión?
Aquí no importa el grado. Quien rompe las normas doctrinarias o éticas y a su vez que esto llegue a ser constitutivo de algún delito, debe responder de forma inmediata. Hay que sacarlos de la institución. Una vez confirmada su participación deben ser expulsados de las filas, sobre todo porque esto es delicado, es la malversación de fondos fiscales. La impronta de la institución es que se debe hacer justicia caiga quien caiga, sea por responsabilidad legal o administrativa. En el ámbito legal impera la justicia, los tribunales, la fiscalía. En lo que es administrativo se lleva un sumario con una pena indistinta a la parte legal. Acá lo que tiene que hacer la sociedad es seguir creyendo en los carabineros y nosotros seguir cuidando el sello de nuestra institución ya que estamos trabajando para ellos. Necesitamos que la gente nos siga creyendo. Yo creo que lo que ha hecho nuestro General Director de poner todos los antecedentes en manos de la justicia, de ser los primeros en informarlo, es algo bastante positivo. Se ha dado la cara y se ha aguantado el dolor porque este tipo de hechos nos duele, no solamente como carabineros sino que como sociedad.
Usted sufrió un accidente de consideración el pasado domingo cerca de Guanaqueros, ¿cómo zafaron de eso?
De milagro. De verdad en un momento pensamos que íbamos a chocar y no íbamos a poder salir del auto que se iba incendiado. Patinamos más de trescientos metros, nos fuimos contra la berma, volvimos a la carretera y por maniobra del chofer – con quien viajaba junto a otro uniformado y su señora – pudimos parar y nos bajamos antes de que explotara. De hecho el asiento en donde venía mi señora ya se venía quemando por debajo. El auto se quemó completo en cosa de minutos. En algún momento tuvimos la impresión de que íbamos a volcarnos y no íbamos a poder salir del auto, menos mal no fue así. Por lo mismo durante la semana hice el recorrido a la Virgen de Andacollo para agradecerle lo que hizo por nosotros. Seis horas y veintisiete kilómetros que valieron la pena. Siempre voy a creer que esto fue un milagro.